domingo, 17 de mayo de 2015

Mornings.

Olor a café,
un desayuno recién levantado
con sueños aún enredados en las sábanas
así se despierta cada mañana.
Horquillas extraviadas en su pelo desaliñado,
y unas ojeras dignas de cualquier princesa de un cuento real
esboza un lamento en forma de bostezo
por haberse alejado de aquello que tanto ama
ese mundo al que le permiten escaparse cada noche
donde los que lloran lo hacen de alegría
los que gritan lo hacen de placer
los que se enfadan lo hacen de mentira
y los que mienten es por sorprender.
Así vive ella su mundo de fantasía
hasta que el despertador la llama de nuevo 
a su deber.