miércoles, 28 de septiembre de 2011

Fuera hace frío, las húmedas gotas mojan el cristal, el cielo está nublado y el color gris es el que predomina hoy. Pero es pensar en ti y miles de colores hacen que este día triste y desolador se convierta en algo más alegre. Es un día más pero no un día cualquiera porque estos días noto que me acompañas, me apoyas, me haces reír y eso cambia las cosas.
Este es el típico día en el que me gusta ponerme la música que más me gusta y me pongo a pensar . Eres tú la persona que me ha venido a la mente en estos momentos, no se la razón, pero tal vez sea porque estoy empezando a darme cuenta de lo mucho que vales y de lo afortunada que soy teniendo a alguien como tú cerca.
El destino une caminos que tal vez en otras circunstancias no se hubieran cruzado. Yo he tenido la suerte de que el destino decidiera cruzar los nuestros. Cuesta encontrar personas con las que te sientas a gusto, de manera que no te de vergüenza mostrarte tal y como eres, con las que te ríes a todos momentos, personas que hagan que no puedas evitar dibujar una sonrisa en la cara cada vez que te acuerdes de ellas, te aporten energía, alegría, buen rollo.
Me he dado cuenta de que tu eres una de esas personas. Apenas llevamos un tiempo conociéndonos, es más, no te conozco del todo, pero me alegro de haberme ganado tu amistad. Porque hay pocas personas en este mundo que desde un principio consigan ganarse tu confianza, tu apoyo, tus ganas de desearles lo mejor y muchas otras cosas más que integra la amistad.
Porque quiero decirte que me estresa verte estresada, me preocupa verte preocupada, me entristece verte triste y me alegra verte contenta.
Para una amistad, de esas que me gusta conservar.

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